La Administración Distrital ya tiene listo el decreto.
A mediados de agosto, un caballo agonizó durante tres horas tirado en la carrera séptima con calle 72, ante la mirada de los conductores enfrascados en el trancón, sin que ninguna entidad del Distrito acudiera en su auxilio. El lamentable episodio enfureció a los defensores de animales de la capital —que siguen enlistándose en las más de 30 organizaciones animalistas que hay en Bogotá— y reveló una cruda realidad: no hay en la ciudad una estructura institucional que proteja adecuadamente el bienestar de su fauna doméstica. Apenas dos semanas después del incidente, y reconociendo los graves vacíos que en esta materia existen, la Alcaldía Mayor tiene listo un decreto —se firmaría al finalizar esta semana— que no sólo define las responsabilidades de sus entidades frente al manejo de animales domésticos de la ciudad, sino que da vía libre a la creación de un centro de bienestar para éstos.
Así se lo confirmó a El Espectador la secretaria de Ambiente del Distrito, Susana Muhamad, quien explicó que de ahora en adelante será su despacho el que se encargue de la protección de los animales que gozan de buena salud en la ciudad, mientras que el tradicional —y cuestionado— Centro de Zoonosis de Bogotá estará a cargo de la Secretaría de Salud y sólo atenderá perros y gatos gravemente enfermos o sujetos de investigación por posibles enfermedades que atenten contra los humanos.
El decreto determina, además, que en el centro de bienestar operarán un área de recuperación y un programa de adopción. “Los sacrificios se harán sólo cuando el animal esté desahuciado”, asegura Muhamad.
Según Andrea Padilla, vocera de la organización AnimaNaturalis, el avance con este nuevo decreto es que los animales domésticos dejan de ser tratados como un asunto de control poblacional o salud pública, “y se orienta ahora a garantizar su protección y bienestar”. Como AnimaNaturalis, numerosas organizaciones bogotanas han presionado en los últimos años al Distrito para que detenga los sacrificios injustificados de perros y gatos en Zoonosis y emprenda una política pública de protección. También lo han hecho algunos concejales, en especial el progresista Roberto Sáenz.
A mediados de 2010, luego de un publicitado plantón organizado por grupos animalistas, la Secretaría de Salud emprendió la búsqueda de un predio para establecer un albergue de fauna doméstica y un hogar de paso o “coso” para especies mayores como cerdos, vacas y caballos.
El nuevo decreto establece, además, la creación de ambos centros en un mismo espacio, para el cual ya hay $4.600 millones, heredados de la pasada administración. Según Muhamad, para poder costear la iniciativa en su totalidad el Concejo debería aprobar en noviembre un presupuesto de alrededor de $11.400 millones. Quienes siguen el proceso aseguran que lograr el apoyo de los concejales no será difícil, debido a la recién conformada bancada animalista (compuesta por 20 de ellos). El Distrito estudia la idoneidad de un lote público de 33 hectáreas, situado en el parque metropolitano La Arboleda, en la localidad de San Cristóbal, para establecer allí el nuevo centro.
